¿Pan batido, francés o marraqueta?

Dependiendo de nuestros orígenes, el nombre de este clásico alimento chileno va variando, en el sur es pan francés, en la zona centro es pan batido y en la región metropolitana es marraqueta. Tantos nombres para una simple mezcla de harina blanca y agua.

Pero, ¿por qué tantos nombres?, Una de las clásicas historias de su origen es la de los dos panaderos franceses apellidados Marraquette, que a fines del siglo XIX hacían su arribo al puerto de Valparaíso, donde pusieron su panadería y crearon esta delicia culinaria. Pero lo más cerca que hay de la historia sobre el nombre, o al menos sería su nombre real, es el que se encuentra en unos párrafos del libro “Los secretos del pueblo: novela y de costumbres (1870)” del autor chileno Martín Palma.

“A la puerta de calle se le puso llave y tranca para que nadie pudiera ni entrar ni salir, pasándole previamente al oficial de policía un par de botellas de vino, un pollo fiambre y una marraqueta”.

Hoy la “marraqueta” esta en boca de todos, ya que la Organización Mundial de Salud indica que la fabricación de este producto alimenticio supera en creces lo que se considera apto en niveles de sal, por tanto el clásico que por siglos ha acompañado la mesa de todos los chilenos se pone en jaque.

Finalmente habrá que ver si a futuro seguiremos disfrutando de esta espectacular obra de arte al paladar, la posibilidad que desaparezca es escaso, pero mientras esté en juego, prefiero tomar mi marraqueta (pan batido o pan francés) untarla con palta (que está cara la palta) y disfrutar de un agradable y tradicional momento.