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Nicolás Chenevier

10 Dec 2025

Más rechazo que apoyo: el mapa digital de Jeannette Jara en 27.000 tweets

Un análisis de Social Intelligence revela cómo la conversación sobre la candidata socialista está dominada por el tono negativo y la incertidumbre.

La presencia digital de Jeannette Jara presenta uno de los panoramas más desafiantes en el espectro político chileno: un 51% de menciones negativas frente a apenas un 17% de tono positivo. Un análisis de 27.425 tweets mediante técnicas de social intelligence permite comprender cómo se configura la percepción pública de la candidata socialista en el ecosistema digital, revelando tanto los focos de controversia como las oportunidades estratégicas que enfrenta su proyecto político.

Un sentimiento adverso y una brecha de adhesión

Los números son reveladores: el 51% de las menciones (14.025 tweets) tienen un tono negativo, mientras que el tono positivo alcanza solo un 17% (4.725 menciones). El 31% restante mantiene una postura neutra. Esta distribución representa una de las brechas más amplias entre rechazo y apoyo en el análisis de figuras políticas chilenas, superando en negatividad incluso a otros actores del espectro ideológico.

La diferencia de 34 puntos porcentuales entre menciones negativas y positivas sugiere un serio desafío comunicacional: Jara no solo genera más rechazo que adhesión, sino que la intensidad de ese rechazo es significativamente mayor que su capacidad de movilizar apoyos espontáneos en redes sociales.

Emociones polarizadas: rechazo e incertidumbre

El rechazo domina categóricamente con 13.632 menciones, posicionándose como la emoción más expresada. Sin embargo, el dato más estratégicamente relevante es el segundo lugar: la incertidumbre alcanza 5.107 menciones, superando incluso al apoyo (5.973). Este hallazgo es crítico, ya que evidencia que una porción importante del electorado digital mantiene dudas significativas sobre su candidatura.

La presencia destacada de incertidumbre sugiere que el problema no es solo la existencia de detractores activos, sino también la incapacidad de generar claridad y confianza en segmentos potencialmente persuadibles. Para una campaña, este segmento representa tanto un riesgo como una oportunidad: son votantes que aún no han tomado una decisión definitiva.

Otras emociones como esperanza (1.969) y miedo (366) completan un panorama donde los extremos emocionales coexisten con una zona gris de escepticismo que podría inclinar la balanza en cualquier dirección.

Los temas que definen la conversación

El análisis temático revela un patrón distintivo: los tres temas más mencionados están estrechamente vinculados entre sí. Seguridad lidera con 4.457 menciones, seguida de corrupción (4.411) y comunismo (3.705). Juntos, estos tres ejes acumulan más de 12.500 referencias, configurando una narrativa donde la candidata socialista es evaluada principalmente bajo marcos asociados a cuestionamientos y controversias.

La alta presencia de "corrupción" (4.411 menciones) es particularmente significativa, sugiriendo que existen eventos, declaraciones o asociaciones que han instalado esta temática en el debate público sobre su figura. Este es un foco de vulnerabilidad que requiere gestión activa.

El tema "acusación" (2.630 menciones) y "encuestas" (775) también emergen con frecuencia relevante. El primero puede estar vinculado a procesos institucionales o denuncias, mientras que el segundo refleja el interés por medir su desempeño electoral, probablemente en un contexto de resultados poco favorables.

Temas como economía (522), propuestas (453) y vivienda (329) tienen presencia minoritaria, lo que sugiere que la conversación está menos centrada en su agenda programática y más en elementos de controversia política o evaluación crítica.

Insights estratégicos para la toma de decisiones

Para comandos electorales, consultoras y analistas políticos, estos datos ofrecen varias lecturas accionables:

1. Crisis de percepción: La brecha de 34 puntos entre tono negativo y positivo indica una crisis reputacional activa que requiere estrategias de recuperación urgentes, no solo de mantención.

2. Segmento de incertidumbre: Las 5.107 menciones de incertidumbre representan el campo de batalla electoral. Comprender qué genera dudas en este segmento es prioritario: ¿desconocimiento de propuestas, desconfianza en capacidad de gestión, o asociaciones políticas problemáticas?

3. Dominancia de marcos adversos: Que "seguridad", "corrupción" y "comunismo" lideren los temas sugiere que la conversación está siendo definida por narrativas adversas. La agenda propia no logra imponerse en el debate digital.

4. Déficit programático: La baja presencia de temas como "propuestas", "economía" o "vivienda" indica que la campaña no está logrando posicionar su agenda positiva. El debate se concentra en controversias, no en soluciones.

5. Comparación con otros actores: En contraste con otros candidatos que logran mayor equilibrio entre rechazo y apoyo, el caso de Jara muestra una polarización desfavorable que limita su capacidad de crecimiento electoral.

El desafío de revertir la narrativa

Este análisis evidencia que Jeannette Jara enfrenta uno de los desafíos comunicacionales más complejos del espectro político chileno: no solo debe gestionar el rechazo activo, sino también convertir la incertidumbre en apoyo, desplazar los marcos adversos que dominan la conversación y lograr que su agenda programática penetre en el debate digital.

Para estrategas políticos, este caso ilustra cómo la percepción digital puede consolidarse en contra de una candidatura cuando no se gestionan proactivamente los marcos narrativos. La social intelligence permite identificar estos patrones antes de que se vuelvan irreversibles, ofreciendo ventanas de oportunidad para intervenciones estratégicas.

En un contexto electoral donde cada punto porcentual cuenta, entender no solo qué se dice sino cómo se estructura emocionalmente el rechazo, el apoyo y la incertidumbre es fundamental para diseñar estrategias de persuasión efectivas.

La conversación sobre Jeannette Jara es un caso de estudio sobre cómo las narrativas adversas pueden dominar el ecosistema digital cuando no se anticipa su emergencia. Para comandos electorales, consultoras y agencias de comunicación política, contar con herramientas de monitoreo y análisis en tiempo real ya no es opcional: es la diferencia entre reaccionar tarde o anticiparse a la crisis.

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